A priori, cuando te hablan de Burdeos tiendes a pensar en el buen vino y en planes de pareja, pero nada más lejos de la realidad. En esta última escapada en familia hemos descubierto el destino ideal para viajar con niños.
Burdeos es una ciudad con unas dimensiones perfectas, no es ni muy grande ni muy pequeña. Pero el tamaño no es lo único que importa. El hecho de que sea una ciudad completamente plana la hace todavía mucho más agradable. Por ello, la idea de alquilarnos unas bicis nos motivó a todos desde el principio.
Desde que se nos puso este destino en ceja y ceja, empezamos a diseñar nuestra ruta. Viajamos con Vueling desde Barcelona, nos costó 70 euros cada uno, ida y vuelta, un chollo. Nada más llegar al mini aeropuerto de Burdeos, alquilamos un coche para poder irnos hasta la costa, concretamente a un pueblecito adorable que se llama Arcachon. La costa oeste es una maravilla, cualquier zona que visites es un delirio.
Cogimos un hotelito dentro del pueblo, en una zona que se llama Ville d’Hîver, y el hotel se llama Hotel Ville d’Hîver, una delicia, muy tranquilo y kids friendly. Importante. Desde allí nos fuimos paseando hasta el mar. El paseo marítimo es maravilloso, y hay una noria impresionante encima de la playa. Es un planazo para hacer con niños.

Después del paseo nos compramos unos billetes para coger una barquita que cruza la bahía hasta Cap Ferret. Cap Ferret es la punta que cierra la bahía de Arcachon, y está lleno de puestecito y restaurante de ostras, además de tener las casas más apetecibles para veranear que hemos visto nunca. Después de una buena ración de ostras alquilamos unas bicis y recorrimos toda la punta hasta el final de todo, desde donde se puede ser la famosa Duna de Pyla. El último barquito hacia Arcachon sale a una hora determinada, no hay que columpiarse mucho porque es un problema quedarse en tierra. Una vez de vuelta a Arcachon, estábamos tan cansados que solo nos apetecía descansar en el hotel. Cenamos allí y pronto a la cama.
Al día siguiente, nos fuimos hasta la duna de Pyla, la subimos descalzos y alucinamos una vez llegamos arriba. Se ve toda la bahía, desde Cap Ferret hasta Arcachon, es un auténtico espectáculo de la naturaleza, y muy recomendable hacer con niños. Ellos se lo pasan bien haciendo el ganso en la arena, sobre todo en la bajada, que bajaron como locos como si tuvieran esquís puestos. No entiendo cómo llegamos vivos abajo.
Después de la aventura de la duna nos volvimos a Burdeos. Nos pudimos dar un buen paseo por la ciudad de noche, vimos el centro histórico, con los nuevos mueles que rodean el río Garona. El paseo por el barrio de Saint Pierre y el casco antiguo os va a enloquecer, sobre todo por el ambiente. Está lleno de gente joven, ya que es una ciudad muy universitaria y cada 2 metros hay un grupete de estudiantes muy divertido. Quién volviera a la universidad, aiiiiix.
Hay algo que a los niños les chifla, que es el Espejo del Agua, que tiene más de 3.500 metros cuadrados y que consigue unos efectos visuales espectaculares. Es el momento de sacar las cámaras de fotos y no parar de inmortalizar momentos. Qué maravilla es ver a los niños disfrutar y descubrir.
Otro de los planes chulos para hacer con los niños es coger un barco, tipo los bateaux mouches de París. Después de tanta caminata se agradece poder sentarse y disfrutar de la ciudad con otra panorámica distinta.
Si hay algo que envidio profundamente de Francia es su riqueza de agua, y gracias a ello consiguen tener unos parques y zonas verdes de morirse. El Jardin Publique de Burdeos tiene árboles centenarios, y una extensión tan monumental que no parece que estemos dentro de la quinta mayor ciudad de Francia. Si sois de los que os gusta la Naturaleza, el Museo de Historia Natural y el Jardín Botánico es chiflará.
Y, por último, os cuento que otro día nos escapamos a Saint Émilion, un pueblecito con muchísimo encanto que está a 40 minutos de Burdeos y donde puedes visitar las mejores bodegas de vinos de la zona.
Espero que os haya gustado, ¡pronto subiremos más escapadas con niños, que sabemos que os encantan!
Me encanta el plan! Probaré a hacer este viaje con niños. Es una buena escapada.
¡Sin dudarlo, es un planazo 10!
Me parece un planazo… qué apetecible y qué bien lo explicas!!!!