LAS 5 CLAVES PARA QUE TU HIJ@ APRENDA A ESQUIAR Y SEA UN ÉXITO

Estamos iniciando la temporada de esquí y muchas de vosotras nos habéis comentado las distintas experiencias que han tenido vuestr@s hij@s por primera vez. Algun@s nos habéis contado que el niño llevaba demasiadas capas (el pobre debía parecer una cebolla), otros que si el frío, otros que si el niño tenía pánico a deslizarse, otros con quejas porque no habíais acertado con la profe que os tocó en la escuela de esquí… No es fácil, como padre/madre, y por ello hoy nos hemos venido con algunos consejos para que esta primera aproximación con los enanos no sea tan traumática, ni para ellos ni para nosotros los padres.

Primer de todo, hay que tener en cuenta la EDAD del niño o la niña. No es lo mismo iniciarles con 3 años que con 5: la madurez de unos y otros no tiene nada que vez, el aguante tampoco, y la fuerza tampoco. Luego están las habilidades de cada uno, porque quizás un niño tiene mayor interés en el deporte y otro en las artes plásticos. Eso hay que tenerlo en cuenta siempre, y los padres debemos vender la actividad del esquí como algo fantástico y maravilloso, y contarles lo divertido que es y cuánto van a disfrutar con amigos cuando sean mayores. No hay que darse por vencido. NUNCA.

No hay que darse PRISA a la hora del aprendizaje, sobre todo porque, como decíamos antes, unos niños aprenden antes, otros se toman su tiempo y no tienen ninguna prisa. También influye mucho si los padres esquían, porque si ellos esquían, más tiempo van a poder dedicar los niños a este deporte. Para empezar, pueden tener un primer contacto, con 2 añitos aproximadamente, e ir a la nieve a jugar, para que relacionen la nieve y el esquí con algo divertido y ameno.

Iniciarles en el esquí con PROFESOR es lo mejor que podemos hacer por ellos, ya que si pretendemos los padres que aprender gracias a haberles enseñado nosotros… ¡fracaso absoluto! Esta es una regla clave para que los niños no aborrezcan este deporte, y es muy lógica. Con los padres, los niños se cruzan con más facilidad y llegan incluso a hacer pataletas. Con un profesor esto no pasa, se mantienen abiertos a aprender y abiertos a escuchar lo que el profesor les enseña. Que el profesor sea dócil y le gusten los niños es otra de las claves. Yo recuerdo alguno que otro con cero mano izquierda para los niños, perdía la paciencia y veías cómo los niños se desquiciaban con él porque pasaban miedo y no aprendían.

A una buena VESTIMENTA también hay que dedicarle un tiempo: camiseta térmica, camiseta de algodón, jersey, anorak, mallas interiores, pantalón de esquí, calcetines, botas, casco, gafas de pantalla y guantes. Es importante que no pasen ni frío ni calor. Padres del mundo: antes de subir a pistas, mirad bien la temperatura de la estación y la previsión del día, ver cómo va a evolucionar el tiempo durante el día, para no abrigarles mucho ni llevarles con un jersey y ya. Su confort es muy importante para que estén cómodos.

Y, por último, y muy importante: PROTECCIÓN. Y no nos referimos solamente a la protección solar, que también, sino también al cuerpo. Desde el casco, indispensable para evitar sustos y para no pasar frío, hasta las gafas para protegerse del sol, a los guantes, porque aunque no haga mucho mucho frío, evitamos quemarnos las manos en una hipotética caída. Una barra de labios protectora también es clave llevarla en el bolsillo, porque las quemaduras en los labios son dolorosísimas.

Pues hasta aquí nuestro post sobre cómo evitar un trauma con los niños en vuestra primera experiencia con el esquí. Esperamos que os sirva y que toméis buena nota si lo que queréis es triunfar la primera vez 😉